No cabe duda de que el marxismo produjo un cambio profundo en la forma de entender la relación entre individuo y sociedad. Asimismo, el materialismo histórico, o método marxista de entender la Historia, transformó la forma de interpretar los acontecimientos y procesos históricos. Este cambio de paradigma alcanzó a los estudios sobre la Antigüedad, resignificando temas clásicos de estudio e introduciendo nuevos enfoques que revitalizaron la disciplina hasta el último tercio del siglo XX. Fruto de ello son, por ejemplo, la aparición de revistas como Past and Present en 1952, la creación de espacios de debate como el GIREA (Groupe International de Recherche sur l'Esclavage dans l'Antiquité) en 1970 o la publicación de importantes volúmenes como Studies in Ancient Society, coordinado por M. I. Finley en 1974. Estos y otros ejemplos evidenciaron la necesidad de entender el mundo clásico “desde abajo” a la vez que consolidaron esta tendencia historiográfica.
En cambio, tras la caída del Muro de Berlín y el desmantelamiento de la Unión Soviética, empezaron a publicarse trabajos que se preguntaban sobre la importancia y la vigencia de Marx y el marxismo en los estudios de la Antigüedad de las décadas precedentes, demostrando que el asunto seguía más vivo que nunca. En esta línea se enmarca el presente libro, coincidiendo con el centenario de la Revolución Rusa (1917) y el bicentenario del nacimiento de Karl Marx (1818) y Friedrich Engels (1820). Cada una de las contribuciones del presente libro aborda hitos relevantes para entender la importancia de Marx y el marxismo en la interpretación actual sobre la antigüedad en Europa.