La obra reúne una colección de ensayos que tienen la intención de aproximar al lector a la obra gráfica que Toledo realizó entre 1959 y 1972, para ello la autora -poeta y ensayista— recurre a una prosa fluida y admirable, llena de imágenes y sensibilidad, en la que también aparecen reflexiones sobre otros pintores (desde el Bosco hasta Antonio Ruiz).