Para intentar evitar que los tres hermanos Baudelaire y su fortuna caigan en manos del terrible Conde Olaf, al señor Poe -tutor de los niños- se le ocurre la idea que internarlos en la Academia Preparatoria Pruffock. Allí, les asegura, estarán a salvo de su tío porque la escuela cuenta con un ordenador que tiene grabada la imagen de Olaf y, según Poe, eso será suficiente para que no se acerque. Se despide de ellos y los deja con el subdirector Nerón, y sólo con verlo se darán cuenta de que esta academia va a ser una auténtica pesadilla. Este es un tirano que obliga a los alumnos a asistir cada día a sus insoportables conciertos de violín; a diferencia de los demás alumnos, dormirán en un cobertizo con un poco de paja como colchón; les será muy difícil hacer amigos porque todos están dominados por Carmelita Polainas, una niña odiosa, sucia y cruel, que mantiene a todos a raya. Y, cómo, no, por mucho ordenador que haya, el conde Olaf seguirá buscándolos…