La mujer desnuda es una novela deslumbrante, no sólo por su exquisita y a la vez rara prosa, sino por su capacidad de conjugar lo fantástico con una perspectiva feminista y filosófica en torno al eros. La protagonista, Rebeca Linke, se despierta en su treinta cumpleaños; se arranca la cabeza, se la vuelve a poner y se interna desnuda en el bosque. A partir de entonces irá encontrándose hombres, poblados, violencia, deseo, hambre, en una historia apoteósica, publicada en 1950, que roza el delirio. Muy adelantada a su tiempo, algunos la juzgaron obscena, no tanto por su tratamiento de la sexualidad como por la rabiosa crítica social, que lleva a cabo a través de los tabús.
Somers es una de las grandes escritoras del siglo XX que fueron pasadas por alto o, mejor dicho, ignoradas por el mundillo literario. Al final de su vida logró lectores fieles y buenas críticas, pero recién ahora su obra está traduciéndose y valorándose por lo que realmente es: original, desafiante, experimental, poética y plástica. Hay que leerla. Lo digo sin miedo: es un clásico que descubrir. (MÓNICA OJEDA)