Leer hoy a Roberto Arlt no es solo una ventana hacia una Buenos Aires distinta a la actual, modificada profunda y velozmente por la inmigración y sujeta constantemente a todo tipo de cambios en sus espacios geográficos y culturales. Es también la oportunidad de acercarse a una forma de pensar la escritura, que no es del todo periodística, ni tampoco del todo literaria, aunque tenga algo de ambas o nos marque justamente que, a fin de cuentas, estos mundos no son irreconciliables entre sí.