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Martín Caparrós

Los Living

  • Diego Camposцитирует5 лет назад
    Nos quieren convencer de que formamos parte de grandes conjuntos –una comunidad, una ciudad, un gremio, un país, la humanidad– y después resulta que cuando uno hace algo tan decisivo como nacer le importa a siete u ocho
  • Rafael Ramosцитирует12 часов назад
    se preguntaba si a su velorio también vendría la tía Mabelita, la hermana menor del abuelo que nunca la había soportado pero quizá viniera por las conveniencias, y si iba a haber tantas flores como esta noche o si alguien se acordaría y le traería sus favoritas calas y si realmente habría alguien tan triste como ella estaba triste porque el hijo de puta de su marido otra vez la había cagado muriéndose antes, privándola de la satisfacción de morirse sabiendo que alguien iba a notar su ausencia en una casa que ahora estaría vacía, despojada y tantas otras cosas porque, como toda su vida, no podía dejar de compararse con el muerto –para seguir diciéndose que ella era mejor pero no tuvo suerte, que él no la merecía pero los hombres son así, que por qué había desperdiciado su vida con ese cacho de carne que ya ni siquiera se movía: cacho de carne muerta.
  • Rafael Ramosцитирует12 часов назад
    Yo pensé que mi abuela no sabía ni quería saber pero que se había dado cuenta de lo que todos pensaban en silencio: que lo único importante que le quedaba por hacer era morirse. Que desde ahora hasta morirse sería, con suerte, una molestia leve: que si no se volvía loca o inválida o mormosa sus hijos tratarían de que siguiera en su casa, se turnarían para ver cómo estaba, la visitarían cada tanto y la invitarían a las fiestas familiares pero que todo sería como un deslizamiento, una cuesta tranquila hacia una tarde como ésta; ese día volvería a ser el centro de atención por unas horas. Y entonces, resentida como era, se preguntaba si su cajón sería como éste, de madera reluciente con herrajes bronceados, o más modesto porque nadie querría gastarse la plata en enterrarla o si sus hijos le comprarían uno con herrajes más nobles –de verdadero bronce, no de lata bronceada– porque total ya no tendrían que ocuparse más de ella y entonces sí le podrían dar esa última alegría –pensaba: la última alegría– y que quizá lo hicieran porque para ellos sería como un festejo, pensó, y que si seguía pensando en esa dirección iba a terminar loca, más loca
  • Rafael Ramosцитирует5 дней назад
    estaba convencido de que cualquiera que no gozara de la vida –incluido él– era un idiota que no se merecía respeto ni cariño. Mi tío Ricardo era un fundamentalista intransigente del deleite, la ternura, el buen trato; su vida era un infierno.
  • Rafael Ramosцитирует5 дней назад
    Yo empezaba a entender que los hijos les fallan a los padres de formas más directas, más precisas; los padres a los hijos, de infinitas. Supongo que fue la cercanía de la muerte la que asustó a mi abuelo –o, digamos, piadosos, la que le permitió entender que, para fallarle, una persona sólo precisa esperar algo de otra
  • Rafael Ramosцитирует5 дней назад
    Yo traté de no mirarlo pero lo vi: la piel le colgaba, los huesos empujaban, manchas lo oscurecían, no había un centímetro de su cuerpo que no estuviera listo para colapsar. Mientras salía del baño, sin saber qué decirle, pensé que una persona tarda tantos años en morirse, pensé que morirse de verdad debía ser un trabajo agotador.
  • Rafael Ramosцитирует5 дней назад
    la memoria es un truco que te permite pensar que todo lo que sucede ya sucedió alguna vez y que, por eso, no hay que tenerle tanto miedo: que ya, alguna vez, sobrevivimos a eso mismo.
  • Rafael Ramosцитирует23 дня назад
    Mamá, por supuesto, me creyó. No tenía por qué no creerme y, además, las mamás les creen a sus hijos. Hay mamás que creen a sus hijos para creerse a sí mismas –porque no creerles significaría aceptar que fueron incapaces de enseñarles a decir la verdad, y eso cuestionaría su propia capacidad para decirla o, al menos, para enseñar eso o cualquier otra cosa–; hay mamás que creen a sus hijos por comodidad –porque no creerles implicaría un esfuerzo tremendo para tratar de separar cada vez la verdad de la mentira y una espiral de desconfianza que terminaría por pudrir su relación con sus hijos y entonces la mamá, prudentemente, decide que es mejor creerle cualquier cosa, hasta la más inverosímil–; hay mamás que creen a sus hijos por orgullo –porque no aceptan que uno de su sangre sea un mentiroso redomado– o por desprecio –porque no imaginan que ese huevoncito culicagado lloriqueador empedernido pueda ser de pronto alguien con la inventiva necesaria para decir mentiras– o por idiocia –porque nunca fueron capaces de distinguir mentiras y verdades– o por escepticismo –porque han decidido que la verdad y la mentira se parecen demasiado y, por lo tanto, no tiene sentido tratar de diferenciarlas en general y, menos aún, cuando las dice su hijo– o por otras razones: por lo que sea, las mamás les creen a sus hijos casi siempre.
  • Rafael Ramosцитирует23 дня назад
    Cuando la inspectora revisó su currículum le ofreció unas horas como maestra de música; la señorita Alicia rechazó la oferta y no le dijo –pero pensó muy claramente–: si la música no me quiere, yo no voy a andarle mendigando. Su vida se estabilizó –por decirlo de algún modo– alrededor de la docencia. Al cabo de unos años –diez, doce, cuando la dejó un novio bancario que nunca llegó a ofrecerle matrimonio–, decidió adelgazar y adelgazó, pero eso no la hizo más bonita.
  • Rafael Ramosцитирует23 дня назад
    un plan consiste en hacer que otros hagan lo que uno decidió que iban a hacer. No es fácil: en general, los otros hacen cosas muy distintas de las que uno querría que hicieran; se podría decir incluso, entendí mucho después, que en eso consiste la vida: en ver cómo los demás hacen cosas tan distintas de las que uno querría. Por eso es importante un plan: un mecanismo para que la vida no se te escape de las manos.
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