Como muestran los ejemplos anteriores, aprender a aprender implica tomar conciencia y estar en control de nuestro propio proceso de aprendizaje. Implica poder planificar, monitorear si vamos bien, evaluar estrategias posibles, corregir errores cuando hace falta y reflexionar sobre cómo nos fue. Y también encontrar la manera de salir del atolladero cuando algo nos cuesta o estamos trabados. En gran medida, se trata de cosas que hacemos de manera intuitiva, aunque, en general, sin ser demasiado conscientes del proceso. Pero hoy sabemos que esa capacidad intuitiva no siempre alcanza y que entrenar la metacognición ayuda a los chicos a aprender mucho mejor y a perseverar y seguir adelante cuando algo les resulta difícil.