«El ángel de Sodoma» es una impresionante novela —una noveleta si se prefiere, y sin que la dimensión física restrinja su alcance— que ha conquistado para Alfonso Hernández Catá la cualidad de fundador. Lo hace, como las grandes obras, de una manera múltiple, pues, si bien su tema —la condición homosexual— era asunto difícil a inicios del siglo XX, su tratamiento en estas páginas se expande a zonas de no menos pertinencia como la culpa, el egoísmo, un extraño sentido del sacrificio, y el miedo. «El ángel de Sodoma», dice Cira Romero, prologuista de la presente edición, «es una propuesta afirmativa y poderosa, construída sobre el propio e íntimo destino».