l carbón y el petróleo nos han salvado, pero ahora sabemos que quemarlos será nuestra perdición. Necesitamos otro tipo de combustible porque de lo contrario fracasaremos, nos hundiremos. Se avecina una nueva revolución industrial. Y no hay manera de eludirla, el futuro es la electricidad y el hidrógeno, las dos únicas fuentes limpias de energía.