La educación es la moneda de cambio de los políticos; el escapulario que nos sacará de la pobreza, la corrupción y la desigualdad; la herramienta que nos hará libres, respetuosos, decentes y virtuosos; la panacea para resolver todos los males. La democracia, por otro lado, nos hará crecer más, nos acarreará buenos o mejores gobernantes, legisladores y jueces, y nos sentará en la mesa de las negociaciones dentro de los edificios institucionales de un buen Estado. Nunca habíamos ido tanto a la escuela y seguimos mal educados; nunca habíamos tenido alternancias pacíficas de gobierno y seguimos mal gobernados. ¿Qué pasa? Primero, estamos envueltos en mitos, simulaciones y política; segundo, estamos desprovistos de instituciones y arreglos sociales. Los mitos nos llevan por caminos equivocados, las simulaciones por soluciones falaces y los políticos por escenarios histriónicos. Al mismo tiempo, los mexicanos se perciben felices. Pobres, ignorantes, corruptos y desempleados, pero felices.
Eduardo Andere presenta de forma sencilla y amena las razones por las cuales educación y democracia están rodeadas de falsedades que parecen verdades, corrupciones que se arraigan y políticos muy narcisos que impiden a los mexicanos progresar hacia mejores niveles de crecimiento personal y desarrollo social. Al mismo tiempo nos ofrece herramientas para distinguir entre los narcisos y los estadistas, la corrupción y la ineficiencia, la moral política y la moral ciudadana.
En suma, estas reflexiones nos ayudarán a tomar mejores decisiones cuando al votar elegimos a quienes habrán de tomar decisiones por nosotros.