Mientras Cornelio van Baerle trabaja por descubrir el tulipán negro, un envidioso enemigo lo acusa de ser cómplice de los hermanos de Witt, culpados de traicionar al pueblo de Holanda. Condenado a pasar el resto de sus días en prisión, Van Baerle conoce a Rosa Gryphus, la hija del carcelero, quien se convertirá no sólo en su consuelo ante la injusticia, sino en la esperanza de encontrar la flor nunca antes vista. Sólo el amor y la lealtad serán capaces de destruir las murallas de odio que impiden que la verdad y la belleza resplandezcan entre tanto infortunio.