Mirko Czentovic fue desde niño un genio del ajedrez, juego del que se ha transformado en campeón mundial. En tal condición, en medio de un viaje en transatlántico desde Nueva York a Buenos Aires, es desafiado y derrotado por un misterioso adversario, que durante los últimos veinticinco años no había jugado una sola partida: el Dr. B., un caballero vienés que busca en América del Sur un refugio contra los nazis. Allí los puso la historia, observándose, calculando, pensando en su juego interno. El uno muy estructurado, burdo y maquinal; el otro talentoso, complejo y esquizoide. Frente a frente dos hombres en una partida de ajedrez en medio del drama de un siglo que libraba en ese momento su partida mayor, en un tablero del tamaño de Europa y con figuras de carne y hueso.