esfuerzo mental que tendrían que hacer se parece sobremanera a una tentativa de borrado; no quieren pensar ni un solo segundo en borrarla y, sin embargo, se preguntan cómo era su vida hace dos meses. En cualquier caso, el estupor es demasiado grande para poder llevar a cabo esta simulación del pasado. Sus mentes están ahora ocupadas por ese estupor.
Algunas imágenes llegan desordenadas, impresiones, retazos dispuestos sin lógica aparente. Fluctúan, se amontonan, se yuxtaponen.
Por supuesto, la niña actúa como un revelador. Ambos piensan en situaciones que ni ellos mismos recuerdan. Por ejemplo, a mis padres recién casados les pasó exactamente igual, también temieron hacerlo mal, estaban preocupados, fascinados, aprendieron sobre la marcha. Se despertaban por la noche, intentaban mantener los ojos abiertos, se esforzaban en cantar nanas por mucho que desafinaran