El relato en tiempo presente de un viaje en avión entre Los Ángeles y Buenos Aires es la excusa que encuentra el narrador para contemplar escenarios, reflexionar, recordar eventos del pasado y moverse con pericia en una trama sutil, casi transparente: se cuenta un viaje en avión y al mismo tiempo mucho más que eso. Con una mirada atenta a los detalles, al brillo de los personajes que entran y salen de la novela, y con una prosa rica y sensible que describe situaciones en las que no faltan la tensión narrativa y el humor, este bello libro, a veces sentimental, a veces erótico, se dedica a resucitar las horas muertas en las que el hombre contemporáneo se detiene en el cielo, y hace de esas horas un mundo, mundo que los lectores ya identificamos con el de Eduardo Muslip.