Estoy deprimido. ¿Cómo salir de aquí

Hoy quisiera pensar, querido lector, que el bosque de nuestras vidas –que dice Tagore– ha dejado de estar triste, pues todos –ayudadores y ayudados– hemos contribuido a que nuestra existencia sea más alegre.

Que tú confíes en tus posibilidades. La vida está llena de personas que no supieron reconocer su propia valía. Por eso es imprescindible que el sujeto deprimido descubra sus fortalezas y el sentido de su existencia –que dice V. Frankl– para poder seguir viviendo.

Que alguien esté junto a ti y confíe en tus posibilidades. A lo largo de estos años he sentido la importancia del «nosotros» (familiares, amigos, compañeros, etc.) como una verdadera ancla para salir de la depresión.

eran los «pájaros que peor cantaban», pero sin ellos el bosque –la vida– no tendría colorido.

Ante la conducta suicida de una persona deprimida, la familia debe mostrar una actitud acogedora y comprensiva (no sancionando, ni juzgando, ni descalificando) y debe permitir la verbalización de la idea de muerte.

Existen tres tipos de familia que pueden favorecer la aparición de la enfermedad depresiva: la pluscuamperfecta, la descalificadora y la violenta.

Estos diez «mandamientos» se cierran en dos:

1) Amarás a la persona que sufre una depresión por encima de todo.
2) Tendrás en cuenta las necesidades del resto de los miembros de la familia y las tuyas propias.
Ideas para recordar

) Es importante facilitar un clima de comprensión hacia el depresivo, que no es sinónimo de permisividad absoluta; ni tampoco dejarse tiranizar por él admitiendo todas sus demandas y reproches.

El duelo por suicidio se convierte en el duelo más difícil de elaborar, fundamentalmente por tres motivos: es una muerte repentina e inesperada, el superviviente se siente interpelado por esa conducta (culpa y vergüenza principalmente) y además socialmente es inaceptable. Por eso, este tipo de duelos tiende a la cronicidad y a la patologización, mucho más cuando el que se suicida es un hijo.

Si se muestra ambivalente entre la decisión de morir o vivir, reforzar todas sus fortalezas y la riqueza de vivir.