Hiperrealista, poético, de una desbordante sensibilidad, Nassar nos brinda en Una niña en camino una colección de cuentos que continúan la senda de excelencia que le es propia. En el relato que da título al libro, seguimos los pasos de una niña descalza por la zona rural y depauperada en la que vive, y vemos con sus ojos las cosas y los personajes con que se cruza en su camino, como si ese paseo fuera una decantación del universo entero, en su furor y su misterio, pero también el descarnado reflejo, el picaresco retablo de una sociedad violenta y miserable. Por las páginas de los demás relatos se pasean los fantasmas del deseo, del desamor, de la frustración, de la soledad, todos ellos temas recurrentes del autor, con los que compone virtuosa variaciones que encandilarán al lector.