El autor, en esta novela, se adentra en los espacios más recónditos y contradictorios del alma humana, utilizando, para ello, los recursos estructurales de la narración policíaca. West plantea la eterna paradoja del cristianismo: la constante tensión entre la fe y la flaqueza humana. Novela audaz e intrigante, testimonio del catolicismo conflictivo de nuestros días.