Encontraste un alma

El dolor nos da todo lo que necesitamos —

nos da las llaves del reino de los muertos,

nos empuja por la puerta cuando aún dudamos.

«La seguridad que tengo en mí misma se debe a que [he] descubierto mis dimensiones. No me conviene hacerme menos de lo que soy».

Buscabas una flor
y encontraste un fruto.
Buscabas una fuente
y encontraste un mar.
Buscabas una mujer
y encontraste un alma —
estás decepcionado.

Cuando llega la noche
me quedo en la escalera y escucho,
en el jardín se forman enjambres de estrellas
y yo estoy a oscuras.
Escucha, ¡cayó una estrella con un tintineo!
No salgas descalzo a la hierba;
tengo el jardín lleno de astillas.

Para mí ya nada es alto o bajo,
blanco o negro,
desde que vi a una mujer de blanco
del brazo de mi amado.

Algún día fui tan suave como un verde brote,
y muy en lo alto del aire azul flotaba,
cuando dos cuchillas en mi interior se cruzaron
y un vencedor me condujo hasta sus labios.
Tan tierna era su dureza que no me hice pedazos,
me fijó a la frente una estrella resplandeciente
y temblando de llanto me dejó
en una isla llamada invierno. —

Tengo una puerta hacia cada uno de los cuatro vientos.
Una puerta dorada hacia el este: para el amor que nunca llega,
una puerta para el día, otra para la tristeza,
y una puerta para la muerte, que está siempre abierta.

Si tienes sed de belleza
cierra los ojos y mira en tu propio corazón.

sueños en que mi amado va de pie en un barco y ve
el vuelo de las golondrinas ¡sin sentir deseo alguno!

Días de sol amarillos de finas miradas,
sólo los rayos del sol condecoran dignamente el dulce cuerpo de
una mujer…