Los distintos modelos de cámara instantánea tienen una particularidad en común: ofrecen la imagen acabada y visible poco tiempo después de su impresión. Esta característica se debe al hecho de que el procedimiento introduce en la cámara un material sensible, acompañado de ciertos productos químicos que actúan inmediatamente después de accionar el disparador; es como si tuvieran un “laboratorio” en cada fotografía. La inmediatez de los resultados hace que sean utilizadas por aficionados y en distintas aplicaciones como la peritación, la investigación judicial, las pruebas en estudios fotográficos, etc.