“Nuestro sistema bancario no era el «más sólido del mundo” y menos el “mejor supervisado”, ya no digamos el “mejor estructurado”, sino un antimodelo neocorporativista, parasitario y ultradimensionado, seriamente debilitado por la incompetencia, la corrupción y la criminalidad. Tuvo que solicitar ayuda financiera que se condicionó, para vergüenza de todos, a un diagnóstico de un consultor externo bajo la supervisión de las autoridades internacionales y a una mejora del control y de la regulación protectora de los inversores.
De la investigación resultó que los emisores insolventes tenían un valor liquidativo negativo de más de 100.000 millones de euros, lo que sirvió (ver para creer) para que, con el concurso del FROB (juez y parte), dichos emisores se apropiaran de 5.018 millones de euros de sus propias víctimas: una especie de causa general invertida contra el ahorro popular, y una aberración jurídica, financiera y política muy difícil de superar.
Este libro, proporciona al lector información sobre lo acontecido, necesaria para evaluar las causas y el alcance del fraude, su naturaleza piramidal y el procedimiento seguido por nuestros poderes públicos para justificar el expolio de cientos de miles de familias españolas.»