Esta novela recorre la ciudad de Cali en toda su extensión, a lo largo de un dia excepcional: el 26 de febrero de 1971. Ese día la ciudad de estremeció con los motines provocados por la muerte de un estudiante a manos de tropas del ejercito que ocupaban la Universidad del Valle. Pero la novela es mucho más que una crónica de las muertes, de la asonada que conduce al insólito toque de queda proclamado a las 12 del día, y a la declaratoria de Estado de Sitio en toda Colombia, o de los peregrinajes de los personajes que tratan de llegar a sus casas en medio del caos. Se trata de una exploración de cómo afecta las vidas de sus personajes la violencia que tiene orígenes históricos remotos