Aunque la mayoría de los humanos prefieren la paz, no existe ninguna sociedad que haya conseguido evitar la guerra. Ofensivas, defensivas, internas, vecinales o de conquista, la guerra siempre ha acompañado al ser humano a lo largo de toda su historia. ¿Por qué recurrimos a ella?
Este ensayo se acerca a esta cuestión desde la psicobiología para analizar el llamado factor humano: las aspiraciones, apetitos, querencias o aversiones, en definitiva, las raíces neuropsicológicas de nuestra tendencia a reiterar conflictos letales entre grupos humanos.