En el Santiago fantasmal y urgente de los años ochenta, entre cargas policiales y concentraciones por los desaparecidos, un joven militante que participa en un atentado contra Augusto Pinochet vive una relación con la Loca del Frente, un homosexual que lo ayuda en su acción contra el dictador.
Valiéndose de una prosa brillante y colorida, entremezclando acontecimientos íntimos y colectivos, Pedro Lemebel reconstruye, envolviéndola en oropeles y lentejuelas, al ritmo de boleros y canciones pasadas de moda, la realidad amarga y sórdida de la dictadura, abriendo fisuras en la narrativa sobre el pasado reciente de su país.