bastante seguros de que es el arma que utilizó contra Max. Estaba manchada con sangre, le harán algunas pruebas.
Nova apretó los dientes.
Adrian suspiró y bajó la mirada. Por primera vez, Nova notó algo en sus manos. Una esfera con una pequeña corona en un costado y una costura abierta en su circunferencia. Nova lo reconoció de inmediato: era uno de los misiles de niebla de Fatalia, o eso había sido antes de que ella lo robara del departamento de artefactos. Con la ayuda de Leroy, los habían transformado en dispositivos para liberar una forma gaseosa del Agente N, la sustancia destructora que había sido desarrollada utilizando la sangre de Max Everhart. Aunque era inofensiva para los civiles, era venenosa para los prodigios. Si la inhalaban, la bebían o recibían una inyección del Agente N, perdían instantáneamente sus poderes.
Como Pesadilla, Nova había detonado dos de los dispositivos en este vestíbulo que, junto a un dardo de Agente N robado, causaron que Gárgola y Temblor perdieran sus poderes. También orquestó la neutralización de Congelina, aunque no necesitó el Agente N para eso. Simplemente arrastró a la chica cerca de Max y dejó que el Bandido hiciera lo que necesitaba hacer.
Ahora, se encontró mirando la carcasa del dispositivo en tanto su cerebro pensaba una lista de mentiras que podría decir cuando alguien se molestara en buscar huellas digitales. Había tocado los misiles de niebla trabajando en la bóveda… eso debe haber sido antes de que Pesadilla los robara…
Pero las mentiras eran frágiles.