Después de leer Bartleby, el escribiente de Herman Melville sabrás que tu vida depende de la fuerza interior. Buscarás a toda costa preferir no hacer lo que no desees y, en efecto, no hacerlo, y tal vez, en consecuencia, preferir hacer lo que sí deseas. Porque este cuento de Melville es una declaración de fuerza vital que lleva al límite al lector que se atreve a enfrentar sus páginas. No en balde la historia de un puñado de empleados de un despacho legal en Wall Street y su habitante más destacado, Bartleby, ha seducido a innumerables escritores y filósofos durante más de siglo y medio. Ahora te toca a ti preferir no dejar de leerlo.