Más allá de reivindicar que la visión religiosa es real para quien la vive, este libro no esquiva las preguntas ontológicas y epistemológicas que suscitan. En sus páginas se presta atención a personas que afirman que pueden ver espíritus, santos, ángeles o demonios. El archivo visionario elegido privilegia a los mismos místicos de los siglos XVI y XVII que en el siglo xix servirán a los primeros psiquiatras para clasificar las alucinaciones y favorecer la tesis de la secularización. Esta prehistoria de la alucinación opta por abandonar los relatos canónicos («la historia») para observar en la oscuridad de los intersticios, otros indicios. No nos encontramos con un relato de la sucesión «visión-alucinación» sino con un disciplinamiento que va a transformar la experiencia visionaria en alucinación y a producir simultáneamente nuevas formas de manifestación de la presencia visionaria. La presencia de los dioses persiste en el mundo contemporáneo.
¿Es posible un mundo en el que quepan muchos mundos? En un recorrido que atiende minuciosamente a las fuentes del pasado y dialoga con la teoría poscolonial y feminista, la filosofía y la antropología contemporánea, exploramos por qué estos indicios visionarios son relevantes hoy para preguntarnos sobre la percepción, la autonomía, la agencia, la creencia, el cuerpo, el género, o la crítica.