El Guillermo de Francisco Soria puede ser considerada una comedia de capa y espada, en la que permanentemente se pone en juego el honor de sus personajes principales.
Fragmento de la obra
Jornada primera
(Salen Arnaldo y Chasco, forcejeando con un puñal.)
Arnaldo: Déjame, Chasco, morir
por mi mano.
Chasco: No haré tal.
Refiéreme antes tu mal,
ya que al infierno te has de ir.
Arnaldo: Suelta.
Chasco: No quiero.
Arnaldo: Villano, 5 vive Dios que a ti también
tengo de matarte.
Chasco: ¿Quién
te ha dicho que soy marrano,
que en día de tanto placer
me quieres, señor, matar? 10
Arnaldo: Éste es mi mayor pesar.
suelta el puñal.
Chasco: No ha de ser.
Arnaldo: Pues tómalo, que, en rigor,
no ha de hacer, con pena tal,
Chasco, menos el puñal
que lo que hará mi dolor.
Hoy que veo se enajena
Leonor y que me olvidó,
¿para qué pretendo yo más puñal que aquesta pena? 20