Este estudio busca enriquecer nuestra apreciación de los procesos que conducen de las situaciones anteriores al surgimiento del Estado a la centralización inherente a las estructuras estatales, sin perder de vista el papel de los poderes locales. El desarrollo de estas organizaciones permite reflexionar sobre la política como dimensión fundamental de las prácticas sociales, para lo cual contamos en determinados contextos con las propias observaciones de los antiguos sobre esta esfera de la vida en comunidad. Son procesos que también intervienen decisivamente en la configuración de los regímenes políticos las interacciones entre grupos sociales, que en algunas sociedades se perciben a partir de elaborados conceptos, a punto tal que estas reflexiones siguen alimentando hoy día las discusiones sobre las formaciones gubernamentales. Pero la apropiación contemporánea de dichas nociones, para su uso y a veces su brutal abuso, no deja de trazar implícita o explícitamente un vínculo con las situaciones históricas en las que las mismas aparecieron. Por otra parte, la dinámica de los regímenes políticos no se desarrolla de manera aislada, sin interacción con otras organizaciones. Las guerras expansivas de unos sobre otros es un lugar común en la Antigüedad; la situación se estabiliza si los dominadores son capaces de anular o dar lugar a las reivindicaciones que los subyugados plantean ante la dominación. A veces, esto deriva en una crisis de las estructuras de gobierno, llevando a la reconfiguración de los regímenes políticos. En estas páginas los lectores hallarán las elucidaciones de los autores sobre estos tópicos y podrán cotejar sus diversas perspectivas, similitudes y diferencias entre las problemáticas históricas, así como los marcos teórico-metodológicos elegidos. Tendrán, en cierto modo, la ocasión de reconstruir los estimulantes debates que entre ellos han tenido lugar.