Aquí tienes un ejercicio: haz un lista de los hábitos y conductas en el trabajo del empleado ideal. Si todos tus empleados fueran perfectos, ¿cómo trabajarían, caminarían, hablarían e interactuarían entre sí?
Después haz una lista de todas esas conductas que tú podrías realizar personalmente, con la intención de establecer un ejemplo para las conductas que más quieres ver en los demás. Revisa estas conductas regularmente y buscar cualquier oportunidad para practicarlas cuando interactúes con los demás.