La corrupción es hoy en día uno de los principales problemas que afectan la vida cotidiana de los ciudadanos. La mala calidad educativa, la carencia de servicios públicos eficientes, la desigualdad, la falta de responsabilidad en la toma de decisiones públicas o la falta de un sistema meritocrático que garantice que los mejores perfiles o los más experimentados sean los que están al frente de los cargos públicos no son más que una parte de las múltiples manifestaciones de la corrupción. Los incentivos para continuar arriba del ''autobús de la corrupción'' son más visibles que aquéllos que se requieren para erradicarla.