Cuando te mandan un verano entero a casa de tu padre, lejos de tus amigos, con su mujer y tus horribles hermanastros, sabes que tu vida no podría ir peor. Leslie Sullivan detesta a los horrigemes, pero eso no quita que uno de ellos le diese su primer beso, y que ahora el otro vaya a ser su profesor particular de matemáticas.
Leslie debe sobrevivir al verano como sea. Por ello, ha preparado una lista de reglas que tiene que cumplir para evitar un desastre monumental. Pero ¿qué pasará cuando, contra todo pronóstico, rompa la más importante de ellas: no enamorarse? Parece que, en efecto, su vida sí puede empeorar. “Yo soy Les, y estas son mis reglas.”