Una de las pensadoras sociales norteamericanas más agudas y originales decide ocultarse como trabajadora no cualificada para revelar el lado oscuro de la prosperidad estadounidense, recogiendo sus experiencias en trabajos poco remunerados, como parte de un trabajo de investigación sobre las condiciones laborales de las clases pobres de Estados Unidos.
Millones de estadounidenses trabajan a tiempo completo, todo el año, por un salario miserable. Ehrenreich, inspirada por la retórica liberal que promete que cualquier trabajo puede ser el pasaporte a una vida mejor, decidió experimentar el régimen de vida de estos trabajadores. ¿Cómo puede sobrevivir –y mucho menos prosperar— alguien, por seis dólares/hora? La autora dejó su casa, alquiló las habitaciones más baratas y aceptó cualquier trabajo que se le ofreció. De Florida a Maine o Minnesota, trabajó como camarera de hotel, mujer de la limpieza, auxiliar de enfermería y empleada de Wal-Mart: una odisea penosa, cargada de humor negro y de mil estratagemas desesperadas para sobrevivir en el sufrido terreno laboral norteamericano. Pronto descubrió que ningún trabajo es verdaderamente “no cualificado”, hasta las más humildes ocupaciones requieren un agotador esfuerzo mental y muscular. Y que un solo puesto de trabajo no es suficiente para salir adelante.