Un autor es un antes que nada un lector. En La distracción Sergio Missana nos invita a seguir los recorridos de sus lecturas por heterogéneas tradiciones y épocas. Textos sólidos, muy bien escritos, eruditos; que miran de cerca a sus personajes y a sus creadores comprendiendo disímiles poéticas. Quizás lo más importante para un autor es generar un mundo y dotarlo de lenguaje. Esa es la operación que observa, con lupa, este libro que desentraña la máquina ficcional de Jorge Luis Borges, Thomas Bernhard, Doris Lessing, Marcel Proust, Nicanor Parra, entre otros.