casi sin pensarlo se dirigió a la relación de pareja, nos contamos nuestras cosas, yo no imaginaba que podía pasar, fue así que, sin pensar se hizo demasiado tarde, lo cual le insinúe que podía quedarse en casa, ella acepto. A solas con mi amiga Verónica, le invite a unos chupitos, sin esperar siquiera lo que podría ocurrir después. Soy una mujer, y no soy de piedra, solo pensé en algo absurdo, pues cada vez que ella me dirigía la mirada no se que me ocurría, que sentía entre mis muslos un cosquilleo demasiado extraño, me preguntaba, si alguien habría entrado aquel día en mi casa, estando fuera, habiendo introducido algún tipo de excitante en la bebida que Verónica y yo nos estábamos tomando. La comenzaba a mirar diferente, la verdad sin notarlo me excitaba hasta tal punto que deseaba ya irme a dormir con la intención de masturbarme