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Natalia García-Freire

La máquina de hacer pájaros

  • Cristinaцитирует2 месяца назад
    A veces quiero meter la cabeza en una maceta y ver si me nace algo. No lo sé. Siento que tengo dentro de mi cuerpo otro cuerpo. Que se expande.
  • Aidee Venturaцитирует14 часов назад
    ¿Vos estás bien?
    Quisiera comprar flores para la casa todos los días y que con eso bastara.
  • Aidee Venturaцитирует14 часов назад
    Sueñas alguna vez con tu padre?
    No conocí a mi padre.
    Ese puede llegar a ser un gran problema.
  • Aidee Venturaцитирует14 часов назад
    Una niña que iba y venía de su dormitorio con velas blancas y altas en un candelabro ramificado.
    ¿Qué hace tu hija con eso?, le pregunté yo.
    Escribe poemas y los quema, me dijo ella. Un día se va a matar. Ya lo sé. Pero no mientras viva en esta casa.
  • Adrianaцитируетпозавчера
    los que escriben no escuchan. Solo recuerdan. ¿Qué cosa?, pregunta la escritora. Recuerdan lo que los volverá desquiciados.
  • Daniela Castilloцитируетв прошлом месяце
    Y todo empieza a gritar, a abrir la boca, el bosque, los cuervos, la pavita, los que están allá abajo, abren tanto la boca que duele. Ese dolor. Ese dolor. Ese dolor. Y, como si el tiempo fuese de arcilla, construyen siglos y siglos de historias sobre el monte, historias que nacen de las Lumbres que ahora brillan en el fondo de la laguna.
  • Daniela Castilloцитируетв прошлом месяце
    El que se había pegado un tiro se levanta y se va corriendo, deja atrás sangre, un reguero de sangre que empezó hace mucho y que no va a parar.
  • Daniela Castilloцитируетв прошлом месяце
    Han llegado al lugar donde hay tres cruces. Pero eran muchas. Eran tantas las Lumbres. Y solo tres cruces les han puesto.
  • Daniela Castilloцитируетв прошлом месяце
    Debajo de las cruces, la tierra se enciende. Son los huesos de las Lumbres, como un cableado bajo la tierra, líneas de luz que forman cuerpos, que se curvan y se tocan, un cementerio luminoso, constelaciones subterráneas que nadie más verá
  • Daniela Castilloцитируетв прошлом месяце
    Los mira y ellos se saben mirados. No como si fuese un Dios, sino algo peor, una chismosa, una metiche. Pero la escritora recuerda que tendrá que mirar. Aunque duela. Aunque le lancen piedras para que se esfume.
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