La contribución de África es más compleja, pero también más abstracta, pues solamente estamos comenzando a entender el papel que el melting pot ha jugado en el Antiguo Mundo. La civilización egipcia únicamente resulta inteligible como obra común de Asia y África. Y los grandes sistemas políticos del África Antigua, sus contribuciones jurídicas, su pensamiento filosófico, durante largos años oculto para los occidentales, sus artes plásticas y su música son diversos aspectos de un pasado muy fértil. Por último, pensemos en los múltiples aportes de la América precolombina a la cultura material del Antiguo Mundo. En primer lugar, la papa, el caucho, el tabaco y la coca (base de la anestesia moderna) que, por varios motivos, constituyen los cuatro pilares de la civilización occidental; el maíz y el maní, que revolucionaron la economía africana, incluso antes de ser conocidos y, en el caso del maíz, difundido en Europa; luego, el cacao, la vainilla, el tomate, el ananá, el pimiento, varias especies de habas, algodones y cucurbitáceas. Por último, el cero, base de la aritmética e indirectamente de la matemática moderna, era conocido y utilizado por los mayas al menos quinientos años antes de su descubrimiento por parte de los indios, que lo transmitieron a Europa por medio de los árabes. Acaso por tal motivo, en la misma época, el calendario maya era más exacto que el del Viejo Mundo.