ué niebla tan hermosa. Fijaos en la hermosa niebla. Le lancé besos. La acaricié con las manos. Querida Niebla, eres una joven vestida de blanco y yo soy una cuchara en el alféizar de la ventana. Ha sido un día caluroso, y yo estoy caliente de arriba abajo, así que por favor bésame, querida niebla. Quería saltar, quería vivir, quería morir, quería, quería dormir totalmente despierto en un sueño sin sueños. Qué cosas tan maravillosas. Qué claridad tan maravillosa. Yo era un agonizante, era los muertos y los siemprevivos. Era y no era el cielo. Había demasiado que decir y no había manera de decirlo.