El oasis

frustradas. La idea de que existía una fisura por la que otros escapaban mientras ellos ejercían de guardianes de la ley de causa y efecto desataba en su interior una furia que apenas podían racionalizar

se habrían negado a atravesar las puertas del Cielo so pretexto de que estaba lleno de memos y raritos

En Utopía no había santos, ni nadie que creyera serlo

El único santo que los colonos conocían personalmente había desaparecido en una oscura ciudad de Europa y el cónsul estadounidense creía que, con toda probabilidad, había muerto.

en una democracia, una opinión por persona era más que suficiente

Y qué es Utopía sino el derecho a una existencia humana

No ser capaz de ver ese mundo suponía para él una fuente de resentimiento perpetuo

Era un profeta que ni siquiera se escuchaba a sí mismo

en la confusión de esos disfraces, se había perdido a sí mismo

Joe era el bufón de su propia alma