México es un país de abundante cultura popular, y un componente significativo de esta cultura es la expresión religiosa. Durante diferentes momentos de su historia, santos y vírgenes han formado parte del universo católico mexicano, y acutalmente la mayoría de los habitantes del país se adscriben a esta religión. Pero si bien la devoción a estas figuras ha sido mediada por la iglesia Católica, aceptando algunos cultos y proscribiendo otros, hoy en día existen numerosos iconos religiosos mexicanos vigentes que han nacido fuera de la institución religiosa.