La crisis ambiental es un efecto del conocimiento -verdadero o falso-, sobre lo real, sobre la materia, sobre el mundo. Es una crisis de las formas de comprensión del mundo, desde que el hombre aparece como un animal habitado por el lenguaje, que hace que la historia humana se separe de la historia natural.
El conocimiento ha desestructurado a los ecosistemas, degradado al ambiente, desnaturalizado a la naturaleza. Las ciencias se han convertido en instrumentos de poder, poder que se apropia la potencia de la naturaleza, y que es usado por unos hombres contra otros hombres: el uso bélico del conocimiento y la sobreexplotación de la naturaleza. Entre los pliegues del pensamiento moderno, emerge una racionalidad ambiental que permite develar los círculos perversos, los encerramientos y encadenamientos que enlazan a las categorías del pensamiento y a los conceptos científicos al núcleo de racionalidad de sus estrategias de dominación de la naturaleza y de la cultura. Este libro va desentrañando el efecto de la racionalidad teórica, económica e instrumental, en la cosificación del mundo, hasta llegar al punto abismal en el que se desbarranca en la crisis ambiental. Muestra las causas epistemológicas de esta crisis, de las formas de conocimiento que, ancladas en la metafísica y la ontología del ente, llegan a desestructurar la organización ecosistémica del planeta y a degradar el ambiente.
La racionalidad ambiental se va constituyendo al contrastarse con las teorías, el pensamiento y la racionalidad de la modernidad. Su concepto se fue gestando en la matriz discursiva del ambientalismo naciente, para ir creando su propio universo de sentidos. Este libro es la forja de este concepto.