Ya sé que los hombres, y muchas mujeres, siempre dicen que poner los cuernos no tiene importancia, que es algo que pasa y que se debe a la oportunidad o a la soledad o al alcohol y que, después, no queda nada, ni amor ni nostalgia ni deseo. Es algo que se dice tan a menudo que se ha convertido en un tópico. Pero los tópicos lo son porque responden a una realidad, y aunque poner los cuernos pueda significar otra cosa en alguna ocasión, la mayoría de las veces es sólo eso y en mi caso así ha sido