Nada más

«He querido decirle | que le amaba. | Gritarlo. | Nada más»

no porque su amado se vaya con otra mujer, sino porque se le escapa la imagen misma del amor encarnada en esos amantes.

«Me voy con las algas. | Ven conmigo».

«desde que [ha] llegado al mar, ya no [sabe] nada»,

Nada más es verbo puro, grito puro, grito en off.

«Que el mundo camine hacia su perdición»,

«La pasión que nos une durará el tiempo que me reste de vida y el tiempo de vida que a usted le reste».

La enfermedad que padece el hombre al que ama no es otra que la de la muerte, pues torna su cuerpo en terreno baldío, seco,

por la homosexualidad de Yann, su compañero y secretario durante sus últimos dieciséis años de vida.

historia del deseo frustrado de los amantes, la imposibilidad de la unión completa