sistema no favorece la experimentación creadora más allá de esos parámetros que, con las pertinentes variaciones históricas, se basan en una serie estable de categorías «estéticas»: verosimilitud, necesidad, credibilidad, gracia, armonía, proporción, simetría, perfección, orden, medida, equilibrio, conveniencia, variedad, unidad, decoro, etc.12 Todas estas categorías se derivan de la cultura antigua, la cual, a lo largo del arco del clasicismo se considera más auténtica que la cultura moderna en cuanto que más cercana a los orígenes de la civilización y, consecuentemente, a la misma naturaleza.