Reconoce que lo de si eres o no lo bastante valioso es todo una «historia» inventada. Nada tiene significado excepto el que nosotros le damos. No sé tú, pero yo jamás he oído hablar de nadie que al nacer pasase por la rueda de «sellado». ¿Te imaginas a Dios poniendo un sello en la frente de cada persona a medida que fuesen llegando al mundo? «Valioso…, no valioso… valioso, no valioso…, no valioso. ¡Uf!…, definitivamente no valioso». Lo siento, no creo que funcione de ese modo. No hay nadie que venga y te ponga el sello de «valioso» o «no valioso». Lo haces tú. Tú te lo inventas. Tú lo decides. Tú y sólo tú determinas si vas a ser valioso. Es simplemente tu perspectiva. Si tú dices que eres valioso, lo eres. Si dices que no eres valioso, no lo eres. De cualquier modo, vivirás dentro de tu propia historia. Esto es de una importancia tan fundamental que voy a repetirlo otra vez más: vives dentro de tu propia historia. Así de sencillo.