Para el amor nadie está preparado, a lo sumo estamos atentos a las señales y a los estímulos que a cada paso de los días nos indican que algo en nuestro espíritu está dispuesto a dejarse enamorar
La narradora de Preparación para el amor conoce a su amante palestino en Buenos Aires y juntos pasan unos días idílicos. Después, mantienen la relación a la distancia y aún después, la narradora sigue a su amor hasta Berlín, todo promesas y expectativas.
En el medio, se desenvuelve la aventura del amor, con todo lo que eso implica, con sus entusiasmos y sus desilusiones. La afilada mirada y escritura de Leticia Obeid narran ese estado hasta desmenuzarlo y encontrar algo que explique todo esto.