En este libro titulado Humanismo y pedagogía: educación en las fronteras, la apuesta de unos humanistas pensando en lo que hacen y en el cómo lo hacen y –aunque parezca normal— no es habitual, justamente porque partimos de la idea de que todos somos humanistas y lo que nos ha hecho pensar en este ejercicio de pensamiento es que nada hay más lejos de la realidad que nos pensemos a nosotros mismos y en lo que hacemos. Hacernos conscientes de que tenemos que repensar las humanidades, repensándonos a nosotros mismos ha sido todo un reto.