Una obra maestra lo es por su atemporalidad, quizá al publicarse por primera vez se diga que está adelantada a su tiempo, o sea censurada por la claridad y crítica de su época, pero si sigue siendo pertinente y acertada doscientos, quinientos años después, es que esa obra es universal, es del mundo, es el legado que la humanidad va dejando a su paso, efímero pero a la vez eterno inscrito en libros, arquitectura, el arte en general. Almas muertas es definitivamente una obra maestra, no sólo por haber retratado a la sociedad de su tiempo, sino por haber descrito al ser humano con sus luces y sus sombras, que han iluminado y oscurecido desde siempre y para siempre nuestra "gran canica azul"...