El era el mejor hombre del mundo… en todos los sentidos.
Se suponía que era algo muy sencillo, pero Kate Cooper no imaginaba lo que encontraría cuando fuera a buscar al aeropuerto al padrino de la boda de su hermana. ¿Cómo iba a pensar que Harry sería un hombre tan irresistible? Pero, sobre todo, ¿cómo iba a haber imaginado que aquel no era Harry? Hugh Armstrong no tenía la menor idea de que iba en el mismo vuelo que su hermano, y con la bienvenida que recibió tampoco se molestó en sospechar. Ahora estaba enamorándose como un chiquillo y tenía que decirle a Kate que no era el hombre que ella creía.