Ligeros de equipaje. Cuentos de viajes y viajeros

la soledad es amiga de la traición

A seguir vivos es a lo único que hemos jugado siempre.

Todo era cuestión de imponerse a vivir esas pequeñas metas temporales, un minuto cada vez, sin pensar nunca en el número de horas que éstos suman, en las que aún faltan por transcurrir. Así era también en la tortura; sólo hay que pensar en soportar el dolor el siguiente minuto...

La fortuna y la desgracia siempre caminan pegaditos

Alejo Carpentier, “Viaje a la semilla”, nos muestra que es posible, desde una casa en demolición, asistir al espectáculo del tiempo en sentido inverso y ver el terreno vacío antes de que la casa en escombros fuese construida.

la vi beber

y quise que me bebiera.

Viajar en solitario es conocerse a uno mismo”.

eso me he pasado media vida dentro de un autobús moviendo mi esqueleto de un lugar a otro buscando en la noche aquella imagen, aquel susurro, aquella metáfora que karla —así, con ka— dejó grabada en mí.

volvió a mostrarnos una medialuna blanquísima entre toda esa oscuridad de piel.

sirvientes), que gobernarían sin que se diera cuenta la gente de las grandes casas y los edificios de gobierno.