Mar, arena, un cielo que se une con el mar: un paisaje de empañados tonos pasteles que en todo momento parecen a punto de fundirse. Un paisaje con todas las armonías delicuescentes de Debussy, de los études que yo había tocado para él cuando nos conocimos, tan absorta aquella tarde en el salón de una princesa, entre tazas de té y pastelitos; yo, la huérfana, contratada por caridad para darles su digestivo de música
Descripción - topografía